11. Las Currucas

Las currucas son aves pequeñas del grupo de los paseriformes que tienen como característica que las define la presencia de tres dedos hacia delante y uno hacia atrás. Estas avecillas de la familia de las Syilviidae, son bastante pequeñas y se desenvuelven en matorrales y zonas arboladas donde les gusta ir de rama en rama buscando alimento que va desde insectos hasta frutas cultivadas pasando por frutas silvestres y bayas como se muestran en esta pintura.

Las currucas presentan un notable dimorfismo sexual, siendo los machos más llamativos, con colores contrastados y con aspectos notables como el borde rojo del ojo y el plumaje diferenciado entre ambos sexos. Los ejemplares que se han ilustrado en este mural son todos machos.

De izquierda a derecha tenemos las siguientes especies: curruca cabecinegra, curruca capirotada, curruca carrasqueña, curruca tomillera, curruca mirlona y la pequeña curruca rabilarga.

La curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala) aparece en zonas arbustivas y también puede estar en pinares y zonas antropizadas, le gustan las huertas, comienza su reproducción en marzo y acaba en julio, por lo que suele tener dos puestas, come insectos y los complementa en otoño con bayas. Se distingue por el color oscuro de su cabeza y el ojo con borde rojo intenso en machos, las hembras son pardas.

La curruca capirotada (Sylvia atricapilla) es una especie permanente en la península ibérica, le gusta ocupar zonas arboladas donde se alimenta de insectos y frutillas, el macho es gris con capirote oscuro mientras que la hembra es marrón con capirote pardo.

La curruca carrasqueña (Sylvia cantillans) es la más colorida de todas, destaca el tono rojizo de su pecho y plumaje y el borde rojo del ojo, se diferencia muy bien por la marca blanca bajo el pico. Ocupa zonas de matorral, siendo migradora en España, complementa su dieta de insectos con bayas, las hembras son mucho más crípticas que los machos.

La curruca tomillera (Sylvia conspicillata) tiene, en el macho, la cabeza y la zona del manto de tonos grises, anillo ocular y garganta blancos el vientre de tonos marrones, el canto de la tomillera es muy especial con sonidos repetitivos y melodiosos que cambia en la época de apareamiento. Les gusta ocupar zona abiertas con arbustos de porte bajo, los tomillares son uno de sus favoritos, de ahí su nombre.

La curruca mirlona (Sylvia hortensis) es la mayor en cuanto a tamaño de todas las currucas, se caracteriza por un pico robusto, colores oscuros en la cabeza y claros en garganta y vientre, su ojo amarillo blanquecino es una de sus características diferenciadoras. El antifaz de la hembra es mucho menos oscuro que en los machos de mirlona. le gustan las zonas arboladas poco densas, es migradora y pasa en nuestro país los meses de abril a julio. Su canto recuerda a una chicharra.

La curruca rabilarga (Sylvia undata) es la más pequeña de todas las currucas y presenta un marcado dimorfismo sexual, el macho tiene la cabeza y el dorso de un bonito azul grisáceo con la garganta de color claro finamente moteada de puntitos blancos, el vientre es grisáceo. La hembra tiene los mismos colores, pero mucho más apagados. Haciendo mención a su nombre vulgar destacamos que tienen una cola muy larga que suelen colocar hacia arriba con una pose muy característica de las currucas.

Las currucas son muy difíciles de ver en libertad, aves inquietas que ponen a prueba la paciencia del observador, pero que, una vez descubiertas son un disfrute para todos los sentidos. Debido a su pequeño porte son muy delicadas con respecto a los cambios bruscos de temperatura, viéndose muy afectadas con las bajadas en el termómetro que pueden costarles las vida en muchos casos.

Están posadas sobre un majuelo o espino blanco (Crataegus monogyna), es un matorral que florece de abril a junio, los frutos o majoletas tienen vitamina C y ofrecen un complemento nutricional a muchas especies en los bosques y zonas arbustivas.